domingo, 26 de febrero de 2012

Mi camino... la soledad.

La vida es como un camino, un camino lleno de baches y piedras que hay que aprender a esquivar. Cada persona tiene el suyo propio, algunos no encuentran apenas piedras en su camino, otros, se encuentran con algunas, pero aprenden a esquivarlas, algunos pocos, los más fuertes, aprenden a levantarse, y cada caída les enseña un poco más a manejarse... y otros vamos cayéndonos cada dos por tres, pensando que si nos levantamos de cada caída, aprenderemos a esquivar esos baches que nos seguiremos encontrando... pero simplemente nos pasamos gran parte del recorrido tirados por el suelo... supongo que lo más inteligente sería levantarse, de hecho yo antes lo hacía... pero la caída siguiente cada vez era más fuerte... asique llegó un momento en el que decidí no levantarme, de esa forma, estando en el suelo, no podría caerme, aunque está claro que tampoco podría avanzar... pero el dolor sería más leve, poco a poco, veía como mi camino se oscurecía cada vez más y más, hasta verme sumergida completamente en la oscuridad... Me encontré en un pozo sin fondo, rodeada de frío… solo hubo alguien que no me abandonó nunca, me gustaba llamarlo SOLEDAD. Ese sentimiento de aislamiento y desamparo me invadió el ánimo… Pero sin yo esperármelo, tras haberme dado completamente por vencida, divisé un pequeñito rayito de luz… Ese rayito de luz ha ido iluminando poquito a poco a mi vida… Pero el miedo me ha vuelto a invadir… No he dejado de tropezarme en el camino… Casi siempre con las mismas piedras… Tengo personas que me tienden la mano, y me ayudan a continuar… pero tengo miedo de que se cansen de tirar de mí… Una sensación de angustia me invade… ¿Volverá a repetirse esa etapa de mi vida? No quiero volver a encontrarme a oscuras… No quiero que el frío me invada… No quiero que la amarga soledad vuelva a acompañarme en el camino… Es la única compañía que no quiero tener a mi lado… Tengo miedo… Voy sintiendo un frío cálido… Estoy acostumbrada a encontrarme rodeada de todo… y sentirme rodeada de nada…
Desde aquí quiero darle las gracias a esas personas que hicieron que mi mundo volviese a cobrar luz, y pedirles, que por muy pesado que se haga el camino a mi lado, no se alejen…
Y a todas las personas que comparten este sentimiento: sonríanle a la vida. Aunque este sentimiento nos invada casi siempre, no estamos solos. Miren a vuestro alrededor. Están rodeados de gente, gente que les quiere, y que estarán dispuestos a caminar a su lado. Cada vez que se tropiecen en el camino, no tomen la misma decisión equívoca que yo… Levántense. Ríanse de su caída, aunque cueste. Habrá personas que estarán ahí para apoyarles, y ayudarles a levantarse y esquivar las piedras del camino. Recuerden: es mejor una sonrisa triste que la tristeza de no saber sonreír.

Quiero dedicar esta entrada a una persona que me ha ayudado, que ha aportado un rayito de luz a mi vida, y sé que comparte este sentimiento y sensación amarga de la cual acabo de hablaros... No estás solo. Cada vez que te tropieces, pienso estar ahí para tirar de ti y obligarte a levantarte, y cuando el camino sea ameno y no encuentres piedras en él, también estaré ahí, para acompañarte y mostrarte que no todos los baches nos hacen caer, algunos sólo nos enseñan a continuar. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario