sábado, 17 de marzo de 2012

No me juzgues...

Cada cual tiene su propia historia, por tanto antes de juzgarme:
Ponte mis zapatos, coge mi espada, recorre el camino que yo he recorrido, mójate con mis lágrimas, vive mis risas, disfruta mis combates ganados, sufre mis batallas perdidas, siente mis dudas, soporta mis decepciones, estremécete con mis emociones...

Recorre los años que yo he recorrido; tolera la traición de quien se llamo a sí mismo mi amigo... Tropieza con las piedras que yo tropecé y luego levántate igual a como yo lo hice.... ¡¡Y entonces podrás juzgarme!!

No vivas dando explicaciones. Tus amigos no las necesitan, tus enemigos no las creen y los estúpidos no las entienden.